- Elimina el sarro y los depósitos minerales del agua en lavadoras automatizadas y autoclaves.
- Elimina el óxido, las manchas de agua y la corrosión de los instrumentos de acero inoxidable.
- No requiere enjuague y no deja residuos.
- Permite ahorrar dinero al restaurar los instrumentos en vez de reemplazarlos o repararlos.